Sabores que cuentan historias y crean recuerdos

Redacción por: Hernán Junco
Fotografía por: Cortesía Hernán Junco
Cada comida en la vida de Hernán Junco viene con una gran anécdota.
Nos habla sobre sus restaurantes favoritos, la comida japonesa, por qué ahora toma café y la vez que comió cinco docenas de ostiones frescos.
¿De dónde eres y a qué te dedicas?De Monterrey. Soy emprendedor en el tema de lifestyle. Tengo dos negocios que me apasionan muchísimo. El primero es Romero + McPaul, una marca de zapatos. El segundo es The Yachtsetter, en el cual organizo regatas de diez embarcaciones durante un fin de semana en el Mar de Cortés. Hay actividades en el agua, fiestas temáticas con DJs invitados, networking y, por supuesto, gastronomía. En ellas participan jóvenes provenientes de todo México, así como algunos extranjeros.
¿Cómo inició tu gusto por la gastronomía?Mi madre tiene, ciertamente, un don para cocinar. Desde niño me enseñaron a apreciar una amplia variedad de sabores y platillos. Creo que ahí se despertó mi gusto por la buena cocina. Posteriormente, me tocó seguir muy de cerca, aunque de forma indirecta, el boom gastronómico, cervecero y de mixología que actualmente existe en la ciudad. Tengo muchos amigos dueños de restaurantes, bares, postrerías y panaderías, e incluso algunos con sus propias marcas de cerveza, tequila, vino, salsa, condimentos, entre otros.
¿Quiénes te han influenciado más al respecto?Mi madre, mis amigos los “foodies”, Anthony Bourdain (de quien soy fan), pero principalmente mis viajes. Conozco gran parte del mundo y constantemente viajo a lugares nuevos en búsqueda de joints y platillos locales.
¿Cocinas en tu casa? Y si sí, ¿qué prefieres cocinar?No, pero aprecio mucho el talento ajeno.
¿Te gusta salir a restaurantes y cuáles son tus favoritos? En Monterrey, México o cualquier parte del mundo.Sí, me gusta mucho. En Monterrey, uno de mis favoritos es El Colmillo. Fuera de México, Catalina, en Sídney, Australia, donde sirven unos ostiones tempura de locura. Y, sin duda, Joe’s Oyster Bar, en Port Isabel, Texas, para ostiones frescos y una libra de grilled crab fingers.
¿Qué tanto planeas tus viajes alrededor de la comida o restaurantes a visitar?La escena nocturna y gastronómica son los factores decisivos más importantes para cualquier destino próximo.
¿Cuál es tu cocina del mundo favorita y por qué?La japonesa. Me encantan los mariscos, los sabores simples y poder comer de forma saludable sin tener que sacrificar el sabor. Me gusta la limpieza con la que trabajan los japoneses, te genera una absoluta confianza.
¿Tienes puestos de comida que te gusten más?Tacos, hamburguesas, etcétera. Los tacos rojos “de la alberca” en el centro de Monterrey son uno de mis favoritos.
¿Cuáles son algunos de tus recuerdos más memorables en cuanto a comida?Una vez me comí cinco docenas de ostiones frescos en el Joe’s de Port Isabel, Texas. Nunca había tomado café. Recientemente probé por primera vez el martini espresso y, muy poco tiempo después, el famoso carajillo. Caí rendido ante ambos. Memorable.
¿Qué no te gusta comer y por qué?En realidad, como de todo. No como en lugares donde no se cocine con absoluta limpieza. Estuve en China hace algunos años y tuve una mala experiencia; a raíz de eso cuido más este factor.
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