Educando con salud. Bárbara Powers y Amayal.

Redacción por: Fanny Esquivel
Fotografía por: Juan Rodrigo Llaguno
Es conocida entre proveedores por su nivel de exigencia. Con un fervoroso apoyo a una filosofía orgánica que cuida hasta el último detalle, Bárbara acepta que la llamen radical. Lo más importante para ella es su compromiso por promover la discusión sobre los problemas de salud modernos a través de una visión que denomina holística: física, emocional y espiritual.
Bárbara cuenta con estudios en educación, psicología y economía en la London School of Economics y vivió hasta finales de los ochenta en Londres. Mientras trabajaba en un centro de adicciones y enfermedades crónicas, notó un cambio marcado en la recuperación de los pacientes. Al hablar con los médicos del centro descubrió por primera vez lo que era la medicina funcional.
Esta propuesta establece que, para una vida saludable, hay que evaluar lo físico, lo emocional y lo espiritual. Con malos hábitos en el estilo de vida, el sistema inmune se debilita y el cuerpo es propenso a enfermedades. Una vez que se llega al origen, se desintoxica el cuerpo con métodos neo homeopáticos y una alimentación balanceada, así como ejercicio físico y emocional.
La experiencia positiva de Bárbara con la medicina funcional tras su lucha contra una leucemia monoblástica la impulsó a educarse sobre el tema y ofrecer una opción diferente. Actualmente esta rama de la medicina es fuente de mucho debate, a medida que incrementan las muertes por enfermedades crónicas y se discute el carácter invasivo de muchos tratamientos tradicionales. Bárbara compartió con Residente su punto de vista y una de sus metas más grandes, que es la de contrarrestar la oferta de productos procesados por un alimento vivo que nutre.
Su centro Amayal tiene quince años compartiendo esa visión. Empezó como un laboratorio homeopático que después, con investigación y la ayuda del doctor Óscar González, creció para ofrecer opciones de sanación. Ahora cuenta con cuatro ramas: sus tiendasTerrenal, sus centros de aprendizaje Erudito y Natus y la clínica Integra Salud. Se ofrecen además talleres, clases de yoga y menús orgánicos. En 2006, Bárbara empezó con talleres de cocina y publicó en 2015 un libro informativo con recetas llamado Cocina con conciencia.
Para los productos orgánicos de Terrenal, cuentan con proveedores en el centro y norte del país, así como marcas de Estados Unidos. Espera poder apoyar más y más a los campesinos nacionales a través de un pago justo y herramientas para crecer. Es, en sus palabras, un trabajo difícil, pero con conciencia y sentido humano.
Sobre todo, cree en un futuro prometedor, pero sólo si se educa al público. Aprender a leer las etiquetas es importante, así como diferenciar entre un producto nutritivo y uno que sólo incluye un ingrediente orgánico para pasar la norma.
¿Cómo defines a un producto y un proceso orgánicos?Un producto orgánico es un producto vivo, que la naturaleza ha creado sin interferencia alguna. Ha crecido en tierras fértiles, en rotación, sin químicos ni pesticidas, siguiendo las leyes de la naturaleza y que cuando llega a la tienda, al mercado o a nuestra mesa, todavía está en su estado natural. Estamos hablando aquí de carne, vegetales, fruta. La primera tienda que existió cien por ciento orgánica es la mía, Tienda Terrenal, ya tenemos cuatro. Tiene que ver el origen, cómo crecen, cómo se procesa, e inclusive también como llega empaquetado.
¿Con cuantas marcas cuentan en Terrenal?Puedes ir ahí y comprar toda tu despensa. Lo único que no tengo son verduras y frutas. Tengo de temporada. Pero no manejo hasta ahorita porque no tengo la capacidad de tener la cantidad que requiero y es perecedero. Pero tengo todo, y cada vez buscando más y más proveedores mexicanos. Hay que ayudar a nuestra gente cuando es algo desconocido porque no tienen certificación, debido a que no tienen dinero. Vamos, visitamos, corroboramos y entonces sí los acepto y los pongo como artesanal. Y no toda la gente hace eso.
¿Qué opina sobre las dietas vegetarianas y veganas?Yo en mis talleres les digo que este taller no lo enfoco a un tipo de dieta, aquí lo que aprendes es sobre qué te nutre, qué alimentos te van a dar esos nutrientes, y así escoger bien. Si quieres ser vegano, adelante, pero remoja tus granos, tus cereales, cocina de esta manera y busca cómo complementar las proteínas que el animal te da. Hay que complementarlo o usar suplementos.
¿Qué opina sobre las certificaciones de productos orgánicos en México?En México es carísimo. La mejor de todas es la USDA, pero la industria ha estado presionando para que bajen los niveles de exigencia. Y se está formando otra organización, NOSD, que son los que dicen no señores, no nos vamos a vender. Hay otros que iniciaron muy bien, pero en México hay mucha corrupción. Por ejemplo, una tierra que quieres volver orgánica, necesitas tres años. No puedes sembrar nada ahí porque tienes que reconstituir los nutrientes de la tierra. Y los inspectores se hacen de la vista gorda. Entonces somos nosotros los que nos aseguramos. Tenemos que conocer a fondo al proveedor.
¿Cómo le hace en Monterrey una familia con presupuesto moderado para comer sanamente?Cuando tú comes un producto que es vivo y que te está aportando todos los nutrientes, no requieres comer tanto, porque te va a nutrir y te vas a sentir lleno. En cuanto a vegetales y todo eso, damos clases para sembrar en tu propio huerto. Si no tienes jardín puedes hacerlo en macetas o una terraza. Entonces ahí tienes hierbas de olor, lechugas, tomatito, luego en temporada siembras tu calabaza, zanahoria, y no se necesita mucho espacio. Esas cantidades exageradas de carne que sirven en restaurantes, tu cuerpo ya no va a requerir más porque ya se siente nutrido.
¿Cómo empezar una ingesta más saludable?El primer paso es educarte, saber qué es lo que necesitas tú y tu familia para mantenerse saludables. Hay que conocer exactamente qué es lo que te nutre. Hay tres bloques de construcción. Primero los carbohidratos que te dan los granos, semillas, cereales, nueces, vegetales y frutas. Requieres proteína, como la proteína animal y vegetal. Y requieres grasas: saturadas, monosaturadas y polisaturadas, pero hay que saber cuáles. Y generalmente nuestra sociedad rehúye a las grasas porque no quieren engordar y no se dan cuenta de que necesitamos grasas saturadas, como aceite de coco o la manteca de cerdo para alimentar el cerebro y el sistema nervioso.
¿Cuál es el siguiente paso?Cuando ya reconoces cuáles son los nutrientes, hay tiendas que te van a proveer todo el grano, todo el cereal y frijol. Con poquito, no necesitas grandes cantidades. En cuanto a los vegetales, puedes tener un pequeño espacio donde haya cierta cantidad de sol al día. Y estudiar, ir a una clase para que te enseñen cómo germinar tu semilla, cómo se planta, cómo la vas a cultivar.
¿Qué hay que disminuir del consumo diario?Número uno, azúcares. Quitarte toda la azúcar procesada. Y desgraciadamente, todos los alimentos procesados traen no nada más azúcar sino alta fructuosa de miel de maíz. Número dos, las grasas trans. Número tres, hay que pasar de comprar alimentos procesados a buscar algo vivo. Una manzana que te va a durar tres semanas arriba de tu mesa por una manzana que pues va a estar más chiquita pero te va a nutrir. Empezar a buscar productos lácteos con origen de pastoreo libre. Ya los hay, comoVilla de Patos, Flor de Canela, Rancho El Paraíso. Aprender cómo de un litro de leche tu puedes hacer tu yogurt y tu queso.
Todas las semillas, los granos, nueces y cereales los tienes que neutralizar, porque tienen ácido fítico. Y si no los neutralizas mediante el remojo, te los vas a comer creyendo que te va a nutrir, y te van a crear inflamación. Por eso el taller de cocina con conciencia puede durar hasta tres días. No es algo que en una sola clase vas a aprender.
¿Cómo apoyar un estilo de vida más saludable como comunidad regiomontana?Es mover las conciencias, es a través de la educación. Estamos en contra de la industria del alimento, que tiene una mercadotecnia sin límites de dinero que seduce a la gente. Y como llevamos una vida muy ocupada nos dejamos seducir por lo fácil. Para mí lo que me transformó fue la educación. Y es lo que hacemos en Amayal: educar, educar, educar, para poder prevenir.
Tenemos que entender el fondo de lo que está sucediendo y que nosotros tenemos el poder del consumidor de decir “no, esto no es lo que quiero”.
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