Los Ramones: donde el único rush es el aroma del pollo asado

Aquí las calles hablan de ausencias, pero los fines de semana el humo del carbón y el crujir del pollo cuentan otra historia: la de un pueblo que resiste a mordiscos.
Los Ramones es un municipio bastante diferente a otros que se encuentran cerca del área metropolitana de Monterrey. A diferencia de Montemorelos, Allende o Santiago, no hay restaurantes de gran tradición o de atractivo turístico. Según varias personas que ahí viven, la mayor parte de los hombres se van a trabajar a Estados Unidos, por lo que la cabecera municipal se siente más como un pueblo tranquilo, casi desierto. Para llegar por carretera son dos horas al oriente. Se pasa por Cade- reyta y la sierra Papagayos. Como referencia, en el camino también están el hotel “Porque ella manda”, decorado con un par de ojos inquisitivos en la fachada; y el letrero que anuncia San Juan, “la cuna del beisbol en México”.
Por la cabecera atraviesa el río Pesquería y se accede a la misma luego de una calle plagada de pozos, aunque en esto no se diferencia mucho de Monterrey. La plaza está bordeada por una paletería, un local de pollo asado (el principal platillo del municipio) y una tienda de bebidas y snacks. Ese día de febrero, con calor de verano, sólo pasaron un par de niños. En una banca, una pareja de hombres de la tercera edad veían el reloj central, que está descompuesto desde hace tiempo.
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